Claves para una buena alimentación durante la lactancia materna.

Como parece que en cuanto se es madre todo tienen que ser preocupaciones, y siempre tiene que haber motivos para interferir en la conducta de las madres novatas, no faltan los comentarios sobre este tema.

Desde el famoso “tienes que comer por dos” que se aplica durante el embarazo a “ahora tienes que recuperar tu peso anterior, porque lo que no pierdas cuando hayas dejado el pecho ya es pa´ti pa´siempre”. Pasando por no comas de eso que le da gusto a la leche y te va a rechazar el pecho, o no tomes de aquello que le da gases al niño… En su mayoría afirmaciones sin fundamentos.

Evolución del peso tras el embarazo.

Cuando se da lactancia materna exclusiva, ayuda a la pérdida de peso tras el parto. Lo normal es que durante el embarazo se gane peso. Suele ser entre 6 y 9 kg. De los que parte se pierden en el parto (algo pesan el niño, la placenta y el líquido amniótico).

Es normal que al principio, tras el parto se haya producido una retención de líquido importante, especialmente en las piernas si has permanecido en cama varios días por una cesárea.

El resto es razonable que se vaya perdiendo entre 6 meses y un año después del parto.

Para hacerlo suele bastar con volver a comer al ritmo habitual antes del embarazo (sin dietas, estamos hablando de tener una alimentación sana y equilibrada), y volver a las actividades anteriores más las nuevas que implica ser madre.

¿Qué alimentos no pueden faltar en la dieta de una mamá que da de mamar?

Necesitas buenos nutrientes que no pueden faltar en una dieta equilibrada y sana, que te aportan los siguientes alimentos:

  • Verduras y frutas.

  • Pescados, carne magra, aves, huevos

  • Marisco

  • Frigoles, nueces (sin abusar)

  • Leche y yogures desnatados, necesitas lácteos.

  • Arroz integral, pan integral.

  • Cereales

Y mucha hidratación, bebe mucha agua e infusiones y las bebidas azucaradas. 

No te pases con la sal, los fritos y los dulces, un caprichito de vez en cuando es hasta bueno emocionalmente, pero sin pasarte, procura evitar al máximo estos alimentos.

¿Se puede hacer ejercicio dando el pecho? 

Pues claro. No os recomiendo que corráis una maratón, pero hacer ejercicio de forma regular es sano. Especialmente si lo hacías antes del embarazo de forma regular, mi consejo es que vuelvas a retomarlo de forma gradual en cuanto sientas que tu estado físico te lo permite. Puedes por ejemplo hacer yoga con tu bebé o ejercicios con él, te ayudará a ponerte en forma creando aún más vínculo entre vosotros o te vas sola y desconectas un rato que también viene muy bien un tiempito para cuidarte tú.

¿Qué evitar durante la lactancia materna?

Durante el embarazo se  recomienda obviamente no tomar alcohol, no fumar y  evidentemente consumir otras drogas más perjudiciales… Esto sigue siendo aplicable durante la lactancia. Si te tomas una cervecita de forma excepcional no va a pasar nada pero no es cierto que sea buena para aumentar la cantidad de leche. El pecho es más simple: Si la madre tiene una alimentación equilibrada, está bien hidratada y su bebé lo vacía con frecuencia, el pecho va funcionando.

Especialmente en las primeras semanas os recomiendo no tomar alimentos con demasiadas especias. Es frecuente que tras el parto muchas madres tengan hemorroides. Si es vuestro caso las especias picantes y las bebidas con alcohol suelen pagarse caras.

Alimentos que producen gases al bebé

Los pequeños con gases pueden tenerlos por distintas causas. Pero la única que tiene que ver con la madre es si el bebé tiene intolerancia a las proteínas de la leche de vaca y la madre la toma.

Todo lo demás que suele decirse no tiene base. Los alimentos que nos dan gases lo hacen porque fermentan en nuestro intestino produciéndolos. Pero esos gases no pueden llegar a la leche materna de ninguna forma. Es materialmente imposible.

Alimentos que dan gusto a la leche materna

Esto sí es posible. La leche es un filtrado de la sangre. Igual que la orina. Y todos sabemos que tras tomar por ejemplo espárragos, la orina desprende un olor llamativo de forma casi inmediata. Pero el tema es que aunque ciertos alimentos que se tomen pueden modificar el sabor de la leche materna, no tiene porqué producir rechazo alguno por parte del niño. Por un lado, la mayoría de los bebés tienen más interés en saciar su hambre que en el sabor en sí del producto. Pero por otro, hay gustos para todo, y esos sabores variantes habrá niños a los que les gusten y otros a los que pueda disgustar algo.

No te guíes por una “lista de alimentos que dan mal sabor”, observa a tu hijo. Si parece tomar peor el pecho cuando tomas un alimento concreto, evítalo unos días y vuelve a probarlo para ver si fue una coincidencia o de verdad influye.

Embutidos curados y carnes “crudas”

Muchas madres durante el embarazo no toman carnes crudas o embutidos curados por el riesgo de toxoplasmosis. En cuanto el niño nace se acaba ese riesgo. Con lo que si son de tu gusto, a partir del parto puedes tomarlos.

Tras el parto y durante la lactancia suele recomendarse a las madres tomar suplementos de hierro y vitaminas. El parto supone a veces una pérdida importante de sangre y un sobre esfuerzo. Es razonable tomar un suplemento de hierro. Porque ese hierro puede ayudar también al bebé. Siempre bajo control de tu médico o ginecólog@.

Lo mejor es siempre que un profesional de la nutrición te de unas pautas a seguir o bien tu médico y por supuesto tu sentido común.

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