La importancia de los lavados nasales en bebés. ¿ Cuándo y cómo usar el aspirador nasal?

Los bebés, no saben respirar por la boca y como es obvio mucho menos sonarse, así que cuando tienen muchos mocos es conveniente ayudarles a su expulsión, si no no pueden respirar bien, dormir relajados y están molestos y más irritables. 

Puedes ayudarles con los lavados nasales con sueros fisiológicos tantas veces como haga falta, según veas la cantidad de secreciones que tienen y la dificultad de su respiración. 

Los lavados nasales forman parte de los cuidados básicos de un bebé, ya que les ayuda a respirar bien, dormir mejor y sentirse relajados.

¿Cómo  pongo el suero a mi bebé?

Tumbado boca arriba, con la cabeza girada primero hacia un lado y luego hacia el otro, en ambas fosas nasales, le pondrás no más de 1,5ml-2ml en bebés y niños pequeños y hasta 5 ml en niños ya más mayorcitos. Es recomendable tener sueros en envases pequeños para una mayor higiene, frasquito por resfriado y sobre todo si hay varios niños cada uno el suyo, para evitar contagios.

Una vez le pones el suero, es mejor incorporarle para ayudarle a expulsar las secreciones.

Hacer siempre estos lavados antes de ir a dormir y antes de las tomas o comidas, nunca después, puesto que puede acabar en vómitos, ya que parte de los mocos se los tragan.

Aspirador nasal, ¿Cuántas veces puedo usarlo y cuál es mejor?

Los pediatras no desaconsejan su uso, es recomendable cuando los bebés son muy pequeños, tienen muchas secreciones y no pueden expulsarlas por ellos solos. Pero es muy importante, no utilizar los aspiradores más de 2 veces al día, ya que la presión de succión que producen puede ocasionar sensaciones desagradables en el oído y resecar la mucosa. 

¿Qué tipo de aspirador nasal utilizo?

En el mercado hay 3 tipos de aspiradores nasales:

  • La clásica perita , con la que haces la succión apretando simplemente la base de goma que hace el vacío. Muy fácil de usar.

  • El aspirador manual , que tiene unos tubitos en los que aspiras con la boca y regulas tú mismo la fuerza de la succión. 

Los tres modelos son muy fáciles de lavar, desmontables, totalmente higiénicos.

Los tres tipos son aptos y funcionan bien, el mejor va en función a la habilidad o grado de aprensión de cada madre o padre. Es aspirador manual es bastante recomendable para padres decididos y no aprensivos ya que controlas tú la fuerza de la succión en cada momento. Si por el contrario, tienes miedo a pasarte o simplemente te da un poco de manía hacer la succión (aunque es importante destacar que el manual lleva filtros y un sistema en el que las secreciones quedan estancas) utiliza el aspirador eléctrico ya que te dará seguridad y se la transmitirás al bebé, que ya de por sí, está nervioso y movido en el momento de hacer los lavados nasales.

Recuerda, importante, antes de utilizar el aspirador, debes echarle suero fisiológico para hacer el lavado y reblandecer la mucosidad. 



Fuente de la información: Enfamilia AEP, Asociación española de pediatría.

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